Como el ambiente modifica el cerebro
Mriganka Sur, y sus colaboradores, han desarrollado un procedimiento quirúrgico, para redirigir los nervios de un hurón de 1 día hacia distintas áreas de la corteza cerebral. De esta manera, cuando los nervios de la retina son dirigidos hacia la corteza auditiva, esta desarrolla la capacidad de captar y organizar estímulos visuales. Es decir, genéticamente estaba preparada para captar estímulos auditivos, pero a través de su interacción con el medio, es capaz de captar estímulos visuales. Es más, aunque genéticamente está programada para desarrollar una estructura de anatómica de corteza auditiva, en realidad adquiere una disposición de corteza visual. El cambio, sin embargo, no es solamente anatómico, el animal, una vez que crece, es capaz de responder a estímulos visuales en la corteza que genéticamente estaba preparada para ser auditiva. Esto quiere decir, en palabras de Hugo Bleichmar, que "es la naturaleza del estímulo externo el factor decisivo de cómo se terminará organizando una cierta zona cortical".
¿Puede darse esta plasticidad también en el cerebro humano? Parece que sí. Sadato, y Rauschecker ambos por separado en 1995, mostraron que en sujetos que quedan ciegos en épocas muy tempranas, la corteza visual pasa a responder a estímulos táctiles, (por ejemplo cuando leen Braille). Sin embargo, esto no se producía en personas que quedaban ciegas a partir de los 14 años. Por lo tanto, podemos decir que hay un periodo en el que la plasticidad cerebral depende también de la estimulación externa.
Que algo tan aparentemente determinado por la genética como la estructura anatómica de las zonas cerebrales sea sensible a la influencia del estímulo durante un periodo de la vida, puede darnos una idea de la importancia que tiene el medio en el que crecemos para la formación de la personalidad.
Los interesados en ampliar la información, pueden pinchar en el siguiente enlace: http://www.aperturas.org/articulos.php?id=126&a=Influencia-del-medio-externo-en-la-modificacion-del-cerebro
Creo que ya a esta altura ni los reduccionistas mas ortodoxos tienen argumentos suficientes como para defender la independencia del entorno y del medio en el cual el organismo (humano por ejemplo) se desarrolla.
ResponderEliminarDisculpe usted la pregunta, pero ¿es la naturaleza del estímulo o la vía neural que lo procesa lo que define la experiencia subjetiva?
En mi opinión, en condiciones normales, son ambas. Es decir, para tener la experiencia subjetiva de ver necesito un objeto que ver y una vía neural adecuada para procesar este estímulo.
ResponderEliminarAunque con la vía neural puede ser suficiente, como por ejemplo en los sueños o las alucinaciones.